Tomamos sus aportes sobre cómo funciona el cerebro, sobre los mecanismos neurocognitivos involucrados en el aprendizaje y conducta, para lograr una mayor comprensión de los perfiles de los chicos  y diseñar así intervenciones efectivas adaptadas al perfil de cada uno. Entendemos a la motivación como variable fundamental para lograr esa estimulación. 

Entendemos a las personas insertas en un contexto que influye en su desarrollo y su conducta. Intervenimos con los miembros del sistema (familia y colegio) en el que está inserto el niño o adolescente por el que nos consultan. Produciendo cambio en alguno de los miembros del sistema, se producen cambios en el resto de los integrantes.

Una mirada optimista sobre el problema genera mayores oportunidades de mejora. Nos centramos en las fortalezas que los chicos tienen y buscamos potenciarlas al máximo, al mismo tiempo que se estimulan las funciones descendidas utilizando el sentido del humor como recurso terapéutico. Uno de nuestros principales objetivos es generar experiencias positivas de aprendizaje.